No se podía pensar que una simple gota
de agua diese tanto dinero, pero es así. Resulta que una empresa dedicada a la
depuración del agua (Emarsa) en Valencia se ha podido
gastar una buena cantidad de dinero en los caprichos de su queridísimo gerente
Enrique Crespo, el alcalde de Manises y vicepresidente de la Diputación de Valencia.
Este hombre compraba artículos de lujo y hacia que fuesen abonados por el
establecimiento a cargo de la empresa publica. "En ocasiones venía con la
factura y me decía que me acercara a tal sitio a pagar", afirmó ayer el
exgerente, Esteban Cuesta,
Esta empresa
fue disuelta por el Partido Popular con un agujero de 17 millones. Estos gastos
no venían porque a los valencianos se les olvidaba cerrar el grifo de su casa,
ni mucho menos. Más bien era porque el gerente de la empresa se le olvidaba
pagar en los mercados de lujo con su dinero y no con el dinero de los demás.
Todos esto lo
reconoció Enrique Crespo en el Juzgado de Valencia. El Juicio se ha iniciado y
según las pruebas que hay contra el, seguro que le declaran culpable de todos
los delitos.
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