El Malaga no dió la sorpresa

Real Madrid dio un nuevo paso al frente esta temporada en su visita al Málaga, al que goleó (0-4) con autoridad gracias a un excelso primer tiempo de los merengues, cuya felicidad retomó el nombre de Cristiano Ronaldo, autor de tres goles que pusieron en órbita a los pupilos de José Mourinho, cada vez más cerca de lo que se les presupone.

El conjunto blanco empieza a tocar más instrumentos, afina de forma coral y no sólo necesita el contraataque para sobrevivir con astucia. Los de Mourinho, bien dirigidos una vez más por el imprescindible Xabi Alonso, minimizaron la aureola de ‘grande’ que el jeque regaló este verano a los malagueños.

El equipo merengue, con buenas triangulaciones en la medular, encontró un héroe inesperado. Con Özil en el banquillo, Di María –con la irregularidad por bandera en el juego colectivo– se disfrazó de asistente para romper el partido en los minutos iniciales. El ‘fideo’ le sirvió a Higuaín en bandeja el primero de la tarde.

Su compatriota no falló. El ‘pipa’ dio constancia de la inquebrantable relación que mantiene con el gol, con la salsa del fútbol. Higuaín quebró a la perfección a Rubén, sustituto del sancionado Caballero, y definió a puerta vacía a los 11 minutos. Un tanto que abrió el festival madridista y redujo al Málaga a las cenizas.

Joaquín lo intentaba por ambos costados, pero Casillas hizo gala de su categoría una vez más. Incluso Apoño –de libre directo– intentó poner en apuros al cancerbero mostoleño, que cuajó una muy buena primera mitad. Y ahí, en la indecisión de los blanquiazules, apareció Cristiano para saldar su deuda con las portadas.

El portugués, quien llevaba tres partidos sin marcar pero alcanzando un alto nivel, recuperó el sabor del gol por partida triple. El ’7′ blanco necesitó otra asistencia exquisita de Di María para batir de primeras al Málaga. Por aquel entonces, el choque ya tenía los ingredientes necesarios como para calificarlo “festival del Real Madrid”.

Los de Manuel Pellegrini, antecesor de Mourinho en el cargo, no daban la sensación de querer arreglar el asunto y perdían 0-2 a los 20 minutos. En los 20 siguientes, Cristiano echó el cierre al partido. El tercero llegó de fuerte derechazo desde la frontal y el cuarto con un escorzo en el área pequeña descolocó a un Málaga condescendiente.