El tiempo pasa demasiado rápido - SEK

Estas semanas han sido, quizás, las más estresantes, ajetreadas, intensas, pero, a la vez, las más divertidas. Hemos vivido momentos únicos que no olvidaremos nunca, hemos compartido sentimientos de felicidad, tristeza, anhelo, todo en uno. Han sido tan significativas, que ha sido en esta semana cuando me he dado cuenta que hemos crecido, que ya no somos los niños pequeños que entramos un 15 de septiembre por la puerta tan grande del colegio, cuando pensábamos que todo era fácil, que todo se solucionaba con un lo siento y cuando creíamos que todo era espectacular, que nada podía hacernos daño. Aquel primer año éramos los pequeños, ilusionados y sin saber que íbamos a ver y de qué íbamos a formar parte, entramos en el inmenso Salón de Actos y fuimos testigos de nuestro primer Pregón, y, delante de nosotros estaban los mayores. Nos quedaban 12 años para llegar hasta allí y, resulta, que ya ha llegado, de tal modo, que incluso ha terminado.
Pero lo bonito es que después de tantos años, de gente que nos ha dejado y, tan importante, la gente que ha ido apareciendo en  nuestras vidas, hemos construido algo único, algo que no olvidaremos. Hemos pasado lo más significativo de 2º de bachillerato, pero esto no significa que todo se termine aquí, porque aún nos quedan grandes experiencias, nervios, encierros en nuestras casas, dieciocho cumpleaños, carnets de conducir, graduación, la palabra más temida; selectividad y, como recompensa por todo ello, nuestro viaje a Mallorca.
Aún nos queda y tenemos que afrontar todos los retos con fuerza y ánimos porque todo terminará y sin darnos cuenta. Por todo ello, hemos de vivir este año como ningún otro, de forma que cuando echemos una mirada hacia atrás,. este año lo recordemos siempre como lo que fue, especial.

Muchas gracias a todos por estos 12 años.