Reloj
jueves, 23 de febrero de 2012
Altercados en las manifestaciones estudiantiles
Las cargas policiales contra los estudiantes en Valencia se situaron ayer en el centro de la confrontación política.
El fuego lo abrió la portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez Sáenz de Santamaría, afirmó que su Gobierno «no puede difamar a los convocantes de una manifestación y reprimirlos de forma desproporcionada, máxime cuando son menores de edad». «No son los enemigos los que están en la calle, son nuestros hijos», afirmó en alusión a la descripción que hizo de los estudiantes el jefe superior de Policía de Valencia. Sáenz de Santamaría se limitó a contestarle que las protestas que tienen lugar en las últimas semanas responden a las medidas de urgencia que tiene que asumir el Ejecutivo porque «el Gobierno socialista nos ha traído hasta aquí», con un fuerte agujero en las cuentas públicas y cifras millonarias de paro.
Sin embargo, el rifirrafe que subió al máximo la temperatura política fue el mantenido entre la extitular de Sanidad Leire Pajín y el ministro de Educación, José Ignacio Wert. La diputada acusó al PP de «mermar los derechos y reprimir con violencia las manifestaciones» siempre que llega al Gobierno, acusó a Wert de «mirar para otro lado» mientras su compañero de Interior admite «excesos» policiales y el de Justicia justifica las cargas.
El titular de Educación contestó que lo que a él le «causa sorpresa» es que los socialistas «se ponen del lado de la protesta violenta, de la protesta que infringe la ley». Frase que fue sucedida de fuertes aplausos de los populares y abucheos socialistas. No contribuyó a rebajar la tensión la acusación de la diputada del PP e inspectora de Policía en excedencia Ana Belén Vázquez, que describió la actitud de los socialistas sobre los incidentes de los últimos días como «carroñera».
El resultado fue que tanto Soraya Rodríguez como la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, diesen sendas ruedas de prensa para exigir a Wert, a quien calificaron de «inepto» e «irresponsable», una «rectificación inmediata» de sus acusaciones y, en su defecto, que sea el propio presidente Mariano Rajoy quien salga a desautorizarlo.
Horas después del pulso político en el Congreso, miles de personas volvieron a recorrer las calles de Valencia para protestar por los recortes educativos y las cargas policiales tras la pancarta «Somos el pueblo, no el enemigo». Las protestas de apoyo volvieron a extenderse a otras ciudades como Sevilla, Pamplona o Barcelona.
La delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, recibió a representantes sociales que le pidieron explicaciones por las cargas contra estudiantes y reclamaron que se depuren responsabilidades.
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